Las Guayotas firman a la guardameta, que estaba retirada desde 2017, después de ser Internacional y Olímpica con Hungría, además de haber conseguido importantes logros

El Waterpolo Tenerife Echeyde Femenino ha decidido firmar a la portera húngara Flora Bolonyai (30 años) para reforzar su portería, ante la imposibilidad de Patricia del Soto de disputar algunos encuentros por su cargo de entrenadora. La guardameta regresa de su retiro, el cual decidió en 2017, tras una gran trayectoria en su país natal, en Estados Unidos y con su Selección, con la que logró dos medallas de bronce en Europeos (Eindhoven 2012 y Budapest 2014), otra en el Campeonato del Mundo de Barcelona 2013, así como un cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, entre otros galardones. “La oferta del Echeyde fue irresistible. Desde que estoy en España se me despertó el gusanillo de jugar”, asegura la magiar.

La trayectoria de Flora Bolonyai es extensa y exitosa desde que decidió ser portera desde muy pequeña. Con 12 años se puso bajo palos y desde entonces creció hasta ser una referencia en su posición jugando primero en un combinado de su ciudad (Budapest), el ASI, para luego irse con 17 años al UVSE, donde pasó dos años y medio hasta que decidió hacer Las Américas e irse a estudiar a Los Ángeles, donde jugó en la NCAA para la Universidad de Carolina del Sur (USC), con la que se alzó con el campeonato universitario en 2013.

“La oferta del Echeyde fue irresistible y solo quiero ayudar a conseguir triunfos”

Después de su graduación en 2014, volvió a casa para jugar sus últimos tres años de carrera para el Szentes, donde consiguió una medalla de bronce en la LEN Cup de 2015, y en el BVSC, equipo en el que se retiró después de una larga lista de éxitos. “Siempre tuve claro que quería ser portera, y los Juegos Olímpicos fue una experiencia que nunca olvidaré, a pesar de ser un poco agridulce por el cuarto lugar”, explica la portera, quien reconoce que llegó a su máximo nivel en 2013.

Ahora, ocho años después, se le plantea un nuevo reto exótico que afronta con mucha ilusión y ganas. “No pude rechazar la oferta y solo quiero ayudar con mi experiencia a las chicas a conseguir triunfos”. Tal y como reconoce Bolonyai, su misión está clara: alcanzar los objetivos del club a través de una filosofía de trabajo basada en el trabajo, esfuerzo y la exhaustiva preparación.

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