La joven lateral-extremo catalana, que viene de jugar en División de Honor con el CN Catalunya, cierra el capítulo de incorporaciones del Tenerife Echeyde Femenino

Las Guayotas cierran el capítulo de incorporaciones con su último fichaje de cara a la temporada 22-23 en División de Honor: María Sagrera Bastidas. La joven jugadora catalana (20 años) llega para ocupar las posiciones de lateral-extremo izquierdo y para sumar goles y trabajo en defensa en el debut en la máxima categoría del Tenerife Echeyde Femenino. Tras cuatro temporadas en el CN Cataluña (3 de ellas en División de Honor), la waterpolista (1,67m, 58 kg) emprende su primera aventura fuera de su tierra natal. “Quería cambiar de aires, me salió la oportunidad y me decidí a vivir una nueva experiencia para seguir mejorando”, declara.

Sagrera se une así a las otros cinco fichajes realizados por las tinerfeñas: la boya Emily Nicholson, Blaire Mcdowel, Elena Alcón, María Ramos y la guardameta Jessica Gaudreault. “La verdad que el proyecto me atrajo mucho desde el primer momento y tras hablar con Itziar me convencí más de que podemos conseguir grandes cosas con los fichajes que han llegado. Además ya he jugado con Gege y conozco a Albert, dos referentes”, afirma el flamante fichaje, quien asegura que ya ha estado en la Isla y le encanta.

“Creo que puedo aportar esa experiencia en la categoría que nos ayude a lograr la salvación”

La ex “Cata” aterrizará en la Acidalio con una gran experiencia en clubes de nivel, a pesar de su juventud. Desde los 9 años ingresó en la cantera del CN Sabadell, donde ha pasado la mayor parte de su trayectoria deportiva hasta edad juvenil, momento en el que empieza un periplo de cuatro años en el CN Cataluña, primero jugando en Primera y, después, ya en División de Honor como pieza clave en la máxima categoría (11 goles la campaña pasada). En este sentido, dentro de su palmarés destaca un subcampeonato con la Selección Catalana Infantil en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas, además de proclamarse en categorías campeona de Cataluña y España con el Sabadell.

Dentro de sus puntos fuertes como jugadora, Sagrera remarca su compañerismo en el agua, su capacidad de trabajo por y para el equipo, y su sacrificio en defensa, sin dejar de lado el ataque. “Al final llevo varios años jugando en División de Honor y creo que puedo aportar esa experiencia en la categoría que nos ayude a lograr la salvación”. Además, de los grupales, la waterpolista también tiene sus propios propósitos individuales: acoplarse bien al grupo, sentirse cómoda y crecer en todas las facetas del juego.

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