Los tinerfeños perdieron en tierras madrileñas un partido clave para la salvación, tras dos primeros cuartos para olvidar, que pesaron mucho a la hora del intento de remontada
El Santa Cruz Tenerife Echeyde Masculino encaraba hoy sábado en Madrid su primera visita del 2024. Una visita clave por la salvación ante un Real Canoe en alza de resultados y de juego (4 puntos de los últimos 6 posibles). De seguro no sería tarea fácil para un conjunto isleño que anhelaba el triunfo, después de dar un gran nivel y pelear de tú a tú ante rivales de alta enjundia como el CN Barcelona o el CN Terrassa. El triunfo traía muchos premios incluidos. Desde el acercamiento al octavo puesto, hasta la confirmación de las buenas sensaciones de las últimas jornadas. Por tanto, ganar se convertía en una necesidad para los pupilos de Albert Español.
Con todo, la pelota tocó el agua y los dos equipos salieron al sprint del saque inicial, con todas las armas en alto para una batalla que empezó con un claro dominador: el combinado local. El Real Canoe consiguió anular al Echeyde y encontrar huecos en una defensa chicharrera que hizo aguas en el primer capítulo del duelo. Así, llegaron los primeros tantos del encuentro, obras de Iván Alcon, en dos jugadas en superioridad numérica ejecutadas a la perfección. Antes, justo, los chicos de la Acidalio desaprovecharon un penalti que hubiera supuesto el 1-1. Con el 2-0 instaurado en el luminoso, la escuadra madrileña siguió haciendo mucha pupa en jugadas tras expulsión (3 de 3 en el primer cuarto). Así, llegó el 3-0, y el banquillo visitante tuvo que parar la avalancha con un tiempo muerto para resetear y replantear la estrategia.
Con Albert Español sancionado y sin poder jugar, el segundo entrenador Eduardo Fernández-Caldas tomó la batuta e intentó reorganizar a unos canarios que, a pesar de la pausa técnica siguieron desacertados y con despistes en defensa. Despistes, que causaron el 4-0 (Pedro Enrique Ponsa) a pocos segundos del final del primer capítulo. Otro jarro de agua fría para un Santa Cruz Tenerife Echeyde, que siguió sin rumbo en el segundo cuarto, a pesar de mostrar una clara mejoría en defensa. Aún así, siguieron cayendo goles para el Canoe hasta llegar a un 6-0 demoledor (Ronen Grosz y Víctor Gutiérrez) en solo 13 minutos de choque. Loza muy pesada para los tinerfeños, a los que se les ponía, desde muy pronto, el partido muy cuesta arriba. Y es que con todo a contracorriente, solo un cañonazo en superioridad de Álex Andión, tras 15 minutos de sequía, rompió dos periodos para olvidar del Echeyde.
Con 6-1 se llegó al descanso y con ese -5 iban a tener que lidiar los santacruceros, a quienes les tocaba ponerse el mono de trabajo y activar el modo remontada desde el tercer cuarto. Y no se puede decir que no lo intentaron y lo dieron todo, ya que los tinerfeños volvieron a ser los de los últimos partidos. El boya neerlandés Mees Keuning y el canterano Javier Espinosa, ambos de penalti, lograron cortar el parcial local y acercar al Echeyde en el marcador (6-3), a pesar de ya contar con la expulsión definitiva del joven Sergio Prunell. La maquina se estaba engrasando y, aunque fue a través del penalti, los tantos sirvieron para armar de confianza al conjunto canario e, incluso, conseguir un nuevo gol. Expulsión e, ipso facto, encontraron al boya Diego Mercado liberado. El jugador mexicano no perdonó y colocó un 6-4 que alimentaba la esperanza. Fue entonces cuando el Canoe decidió pedir tiempo muerto. ¿Sería posible la remontada?
Reacción muy tardía
Con las fuerzas cada vez más igualadas, apareció el mejor waterpolista del bando local, Iván Alcon, quien con dos nuevos lanzamientos ajustados respondió al tanto de Mees Keuning, que había rematado con maestría en la boya. Del 6-4 al 8-5 y, dentro de lo malo, el Santa Cruz Tenerife Echeyde estaba en partido y todavía con algunas posibilidades de conseguir una gesta épica. Sin embargo, el gozo en el pozo de los tinerfeños, que volvieron a repetir defectos del inicio. El Canoe, dispuesto a llevarse el triunfo en la casa, siguieron con la flechita para arriba y firmaron un inicio de último cuarto para enmarcar. Iván Alcon, que completó un repóker, y Mario González pusieron un pie ya en la tumba del Echeyde.
Últimos ocho minutos y ya solo quedaban dos opciones: revivir o resignarse. El Echeyde eligió la primera. Reaccionaron los chicos de la Acidalio, quienes tras un buevo tiempo muerto tras expulsión local, finalizaron a la perfección una jugada de pizarra. Mees Keuning fue el ejecutor y de un grito instó a los suyos a morir de pie. Ashworth Molthen con un zurdazo se sumó a una épica, ya imposible, además de Álex Andión, que marcó ya con pocos segundos en el crono. Parcial de 0-3 que dibujó el 10-8 definitivo. El Santa Cruz Tenerife Echeyde había llegado demasiado tarde a la remontada y a competir el partido. Derrota dura, que mantiene novenos a los chicharreros, pero ya con la zona del playoff por no descender más apretada.
(Foto de archivo: lacorchera.com)
Ficha técnica
Geodesic Real Canoe (10): José Javier Benavides Múñoz, Enrique Nuño Autric, Ronen Grosz (1), Pedro Enrique Ponsa Pérez (1), Carlos Fernández D’ Olhaberriage, Gonzalo Salgado Payeras (1), Santiago Barba Iglesias (1), Víctor Fernández Cuesta, Víctor Gutiérrez Santiago, Mateo Blanco Sánchez, Mario J. González Ávila (1), Iván Alcon García (5) y Rodrigo Fernández Villavedra.
Entrenadores: Emilio Bautista Iglesias y Jorge Carpeño Robles
Santa Cruz Tenerife Echeyde (8): Diego Malnero Fernández, Javier Espinosa Vázquez (1), Pablo Díaz González, Sergio Prunell González, Diego Armando Mercado Loza (1), Mees Keuning (3), Marc Salvador Magaña, Nacho Gutiérrez Fernández, Ashworth Gen Molthen (1), Alejandro Andión Valiñas (2), Iker González Fernández, Ferrán Soriano Guardia y Ahmad Pérez Azzouz.
Entrenador: Eduardo Fernández-Caldas
Árbitros: Ernest Iñesta Peralta, Fernando Moreno Cuervas y Oriol Jaumandreu Selllares
Parciales: 4-0, 2-1, 2-4 y 2-3
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 15 de la Liga Nacional de Waterpolo Masculino de División de Honor LEWaterpolo, con presencia de público, en la piscina Pez Volador (Madrid).
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