Un mal primer periodo defensivo de las tinerfeñas impidió que dieran un susto en la piscina del campeón de Champions, Copa y Supercopa de Europa. Las catalanas fueron superiores, pero el Echeyde cayó con honor
Segundo partido fuera de casa de la semana para Las Guayotas, y segundo compromiso extremadamente complicado ante las campeonas de Champions, Copa y Supercopa de Europa: el Sant Andreu. Tras caer de forma muy abultada frente al Terrassa, el Santa Cruz Tenerife Echeyde Femenino buscaba dejar otra cara en la jornada 9 de la División de Honor Femenina, aunque el triunfo se antojara casi imposible. Las tinerfeñas, penúltimas con un solo punto, querían recuperar sensaciones y preparar, la que es considerada, la primera “final” del curso vs Iruña (20 de diciembre). Varios propósitos a cumplir en una piscina Pere Serrat, que dio el pistoletazo de salida a un duelo, que empezaron como auténticas motos las locales. Y es que en apenas cuatro minutos, las de Javier Aznar marcaron cuatro goles (Alice Williams en superioridad numérica, María Palacio, Phillipa Whittaker y Gisel.la Farré). Auténtico tsunami ofensivo de las catalanas, que pasó por encima de las isleñas, quienes eran incapaces de frenarlo. 4-0 de inicio, y el enfrentamiento empezaba de la peor manera posible. En ataque, Las Guayotas no encontraban los huecos y se topaban con la portera rival y una defensa asfixiante, y en defensa surgían errores que no desperdiciaban las goleadoras del Sant Andreu. Pesadilla total para las pupilas de Enrique Cruz, que se iban con un duro 7-0 (volvieron a marcar Phillipa Whittaker, María Palacio y Gisel.la Farré) a los últimos dos minutos del periodo inaugural. Fue entonces cuando el conjunto de la Acidalio Lorenzo despertó de su letargo para reaccionar con garra y orgullo. Un gran disparo lateral de Elena Camarena y una acción de brega de Daniela Vomastková en la boya arrojaron luz (7-2) a un túnel ennegrecido por la efectividad rival. Todo estaba ya muy cuesta arriba, pero Las Guayotas ya habían encontrado el camino al gol. Un punto importante, aunque el primer round acabara con otro tanto local: Alba Muñoz en la boya. Durísimo 8-2 para empezar, y mucho que mejorar para unas chicharreras, que se lanzaron al agua en el segundo capítulo con mucho que decir. Cierto es que, de nuevo, el arranque no fue el mejor con un gol en contra tras expulsión de Gisel.la Farré, pero lo que vino después dejó un gran sabor de boca. Y es que Las Guayotas se apuntaron a la batalla y al intercambio de golpes sin complejos y valentía. Aparecía Martín Dempsey con sendos chuts potentes, y respondían Ariadna Temprano y María Palacio para las peninsulares. Se dibujaba así en el luminoso un abultado 11-4, pero las canarias siguieron peleando y mejorando su actuación con el paso de los minutos. Por tanto, subida de nivel, tanto en defensa, encajando la mitad de goles (Elena Ruiz sumó para las locales) que en el olvidable primer cuarto, como en el ataque logrando una tercera alegría, por vía de una entonada Dempsey. Se llegaba al descanso con 12-5, y un Echeyde, que ya había cortado la sangría y plantaba cara (4-3 en el segundo).
Era de aplaudir el esfuerzo de las pupilas de Enrique Cruz, quienes ya sin nada que perder, plantearon en el tercer periodo un juego de ida y vuelta. Un plan que, aunque dejó muchos huecos en defensa, también trajo recompensas en el apartado goleador nada más empezar: lanzamiento colocado de Júlia Rodríguez y penalti anotado por Dempsey. Reducían distancias las tinerfeñas (12-7), quienes superion reponerse al mal momento inicial con trabajo en equipo. Sin embargo, tener enfrente a uno de los mejores combinados del continente “no es moco de pavo”. El Sant Andreu, que pecó un poco de relajación, se puso rápidamente las pilas para replicar las dos tantos del Echeyde y mantener a salvo su renta de siete (Phillipa Whittaker y Ariadna Temprano de penalti). Con todo, 14-7, y se inauguraba una fase de “toma y daca” en la que marcaron Ainhoa Pinar para las visitantes, en dos ocasiones, y María Palacio, Ariadna Temprano y Gisel.la Farré para las locales (17-9). La cosa ya estaba mucha más igualada, y Las Guayotas le habían cogido la medida a la defensa oponente. Quizás un poco tarde para la gesta utópica, pero Martín Dempsey volvió a sobresalir con un gran gol. (17-10). Gran trabajo el que estaban llevando a cabo las isleñas en el terreno atacante, pero la artillería del Sant Andreu es de otro planeta. De ahí, que Gisel.la Farré sacara por enésima vez su “cañón” para dejar la diferencia en ocho tantos y asegurar el triunfo, de cara a los últimos ocho minutos de partido (18-10). Ya con todo sentenciado, el periodo final fue un ejercicio de corazón de Las Guayotas. Lejos de rendirse ante el gol 19 de sus contrincantes (Nona Pérez), las chicas del Echeyde prosiguieron con gran estado de forma ofensivo con el nombre propio de Carla Martín, quien había sido anulada por el entramado defensivo local en el resto del duelo. Dos tiros llenos de potencia de la catalana y del 19-10 al 19-12. Lo siguiente fue la respuesta de un Sant Andreu, que quiso acabar con la rebelión Echeydiana y quería más. Otra vez Nona Pérez y María Palacio desde larga distancia y al contragolpe hacían daño y cerraban su cuenta goleadora (21-12). Máxima renta, las locales bajaron revoluciones con la victoria ya en el bolsillo, y Las Guayotas se permitieron el lujo de llevarse el último round (3-4). Elena Camarena y Marta Madre marcaban y daban una “pequeña alegría” a las suyas en una nueva derrota, en la que, sin embargo, se podían extraer conclusiones bastante positivas. Marcarle 14 tantos al campeón europeo no es tarea fácil y las isleñas demostraron, que si se lo proponen, son capaces de bregar con cualquiera. Con un resultado de 21-14 se llegó al pitido final de un partido, que no cambia la realidad clasificatoria de las pupilas de Enrique Cruz, pero que sí añade esperanza en vistas del encuentro clave del próximo 20 de diciembre en la piscina del Iruña. Día marcado en rojo para salir de la crisis y sumar los ansiados primeros puntos. Ya toca. Y Las Guayotas, con partidos como los de este sábado, se merecen más.
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