Las tinerfeñas, que iniciaron bien su segundo encuentro de Eurocup con dos goles de renta, se vinieron abajo con el paso de los minutos, no fueron certeras en las superioridades y reaccionaron tarde ante las líderes del grupo

Segundo día de Eurocup en Italia para el Tenerife Echeyde, que, tras el triunfo heroico y por la mínima de ayer ante el Rapallo, buscaba conquistar la piscina del Pallanuoto Trieste, anfitrión y líder del grupo tras ganar con solvencia (10-4) al Lille. Los tres puntos le daban la clasificación matemática a Las Guayotas para la siguiente ronda de la competición, por lo que el objetivo no era otro que vencer y dar la sorpresa ante un oponente muy complicado, que ya fue finalista del Torneo en la pasada temporada. Con todo, la pelota tocó el agua y la acción comenzó en la Bruno Bianchi. Una acción que fue favorable en los primeros minutos a las tinerfeñas, que empezaron como motos en el enfrentamiento. Y es que en las dos primeras expulsiones rivales, Las Guayotas consiguieron armar sendas jugadas que acabaron con el mismo final: gol desde el lateral de Natalia Naya. Inicio inmejorable de las pupilas de Enrique Cruz, que pillaron a las italianas muy frías. Una frialdad que duró poco, pues la reacción de las anfitrionas no se hizo esperar. Solo un minuto tardó el Trieste en dar réplica con un gran disparo de Giorgia Klatowski. Recortaban distancias las transalpinas, quienes continuaron su buena racha con un nuevo tanto de Sara Cordovani aprovechando una superioridad numérica. En apenas dos minutos empate en el luminoso (2-2) y la sensación de que las subcampeonas de la Eurocup habían despertado… y no de cualquier forma, ya que el Trieste consiguió irse al primer parón por delante, gracias a una contra rematada por Emma De March. Remontada (2-3) y golpe duro para un Tenerife Echeyde, que desperdició un gran 2-0 de salida. ¿Volveríamos a ver la buena versión en el segundo capítulo? No lo parecía, sobre todo al ver cómo las italianas continuaban haciendo daño, esta vez con un penalti que no perdonó Arianna Gragnolati. La ventaja crecía (2-4) y Las Guayotas necesitaban como el comer la medicina del gol, la cual no llegó hasta el ecuador del cuarto. Tras desperdiciar hasta tres jugadas con jugadora de más, las santacruceras volvieron a marcar. Tanto de la jugadora más acertada, Natalia Naya, por medio de un lanzamiento colocado. Ya respiraban en el cogote del Trieste las chicas de la Acidalio, pero el plan seguía torciéndose con el paso de los minutos sufriendo mucho, sobre todo, en inferioridad. Y es que las anfitrionas asestaron tres golpes, en forma de parcial de 0-3 (Sara Cordovani, Arianna Gragnolati y Francesca Colletta) , que dinamitaron el choque y pusieron cuesta arriba la segunda victoria europea de las canarias. Así, se llegaba el descanso de la peor forma posible, con un negativo 3-7. Solo quedaba remontar el vuelo o morir.

Con ese panorama se dio el pistoletazo de salida a un tercer capítulo del choque caracterizado por las imprecisiones de ambos equipos, pérdidas de pelota y unas Guayotas que seguían sin aprovechar del todo ocasiones claras de gol en superioridad numérica (dos). El paso de los minutos beneficiaba al Trieste, que se encontraba cómodo en el correcalles que se convirtió el encuentro. Y como se suele decir, a la tercera fue la vencida. El Tenerife Echeyde volvió a sacar una expulsión (definitiva de Giorgia Klatowski) de sus rivales y, esta vez, se dibujó una jugada llena de paciencia que culminó con un zurdazo la heroína del partido de ayer: Elena Borg (4-7). Las italianas, con la sensible baja de Klatowski, intentaron sobrevivir con el tanto de Vera Koptseva, pero se toparon con un tsunami ofensivo. Las Guayotas entraron en modo remontada y, para más inri, aparecía la goleadora Maryn Dempsey. La californiana con dos disparos potentes acercó a las suyas a solo dos goles a falta de los últimos ocho minutos (6-8). ¿Sería demasiado tarde? Las prisas siempre son malas consejeras, y las jugadoras de Enrique Cruz cayeron en el nerviosismo y la precipitación en el último capítulo del duelo, topándose también varias veces con la guardameta rival: Fabiana Sparano. Mientras, el Trieste se centró en defender, gestionar las posesiones y seguir haciendo daño con atacantes como Emma De March, quien marcó el noveno tanto de las anfitrionas. 6-9 y el partido se complicaba por momentos para un Echeyde, que nunca se sintió del todo cómodo en ataque, y que perdió a Carla Martín por expulsión definitiva en los últimos instantes. El tiempo corría, Las Guayotas no andaban nada finas en el terreno ofensivo y, por su parte, las italianas sacaban su lado más eficaz sacando partido de los huecos de la defensa de unas tinerfeñas ya desesperadas y sin tiempo para la remontada. Así, Francesca Coletta colocó el 6-10 con poco más de un minuto en el crono. Un gol que dejaba sentenciado el enfrentamiento, a pesar de que Maryn Dempsey marcara el último tanto del día desde el punto fatídico. La derrota del Tenerife Echeyde era ya una realidad, una derrota, con luces y sombras, que entraba dentro de lo esperado. Con todo, las chicharreras tiene aún una bala en la recámara para la clasificación hacia las eliminatorias de la Eurocup. Mañana domingo, desde las 09:00h, «final» por un puesto en la siguiente ronda ante el Lille francés.

Foto: European Aquatics 

Ficha técnica

Tenerife Echeyde (7): Inmaculada Bello, Uxue Hernández, Julia Bennasar, Carla Martín, Elena Borg (1), Elena Alcón, Maryn Dempsey (3), Mallory Reynoso, Aroa Rodríguez, Annie Clapperton, María Ramos, Natalia Naya (3) e Irene Costa.

Entrenador: Enrique Cruz

Pallanuoto Trieste (10): Fabiana Sparano, Giusv Citino, Emma De March (2), Sara Cordovani (2), Veronica Gant, Lucrezia Lys Cergol, Giorgia Klatowski (1), Francesca Colletta (2), Arianna Gragnolati (2), Jelena Vukovic, Gabriella Matafora Adams, Vera Koptseva (1) y Rebecca Apollonio.

Entrenador: Paolo Zizza

Árbitros: Ruben Garcia y Georgios Polychronopoulos

Parciales: 2-3, 1-4, 3-1 y 1-2

Incidencias: Segundo partido del grupo C, correspondiente a la Fase 2 de Clasificación de la LEN Eurocup, disputado en la piscina Bruno Bianchi de Trieste, Italia.

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