Practicar deporte es uno de los hábitos saludables más recomendados. Da igual la edad que tengamos, el deporte siempre nos beneficiará. Especialmente los niños, en plena época de crecimiento y desarrollo, deben invertir su energía en un deporte que les beneficie y que también les enseñe, como lo hace el waterpolo.
La natación es uno de los deportes más completos y saludables que existen, pero también hay que reconocer que para los más pequeños puede resultar aburrido. Por ello, combinar la natación junto a un deporte de equipo resulta la mezcla perfecta.

¿Qué beneficios físicos nos aporta el waterpolo?
Como hemos dicho, hablamos de un deporte muy completo físicamente. El waterpolo nos ayuda con la fuerza, la resistencia, la coordinación, el equilibrio y la velocidad. Al ser un deporte que se practica en el agua, ayuda a la circulación, a conseguir una mayor capacidad pulmonar y, por supuesto, a fortalecer nuestra musculatura.
Por otra parte, como cualquier deporte, el waterpolo tiene una disciplina que incluye la nutrición. Para practicar este deporte es importante aprender a comer sano y equilibrado, algo que supone un beneficio físico para los niños.

¿Qué beneficios emocionales aporta el waterpolo?
Como cualquier otro deporte, el waterpolo nos ayuda a liberar tensiones y a despejar nuestra mente. Pero además, al ser un deporte de equipo se desarrollan muchos valores importantes no sólo para la disciplina deportiva, también para el día a día. Hablamos de valores tales como la cooperación, el compañerismo y la generosidad.
Por otra parte, se aprende qué es la competitividad sana y que toda recompensa conlleva un esfuerzo y trabajo. La constancia es una premisa en cualquier deporte y para ganar un partido es fundamental. Eso sí, el juego limpio siempre prima sobre todas las cosas.
No hay que olvidar la parte social del deporte. Como actividad extraescolar, el waterpolo ayuda a los niños a sociabilizarse, a conocer a muchas personas y, por ello, aprender a ser más comunicativo. No es un deporte masificado, así que las relaciones personales toman mucho protagonismo.

 

Imagen: Arsenio Waterpolo

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